En esta antigua carpintería se abrió, en 1979, el Café Manuela (San Vicente Ferrer, 29), que recoge la esencia que ha distinguido a los cafés madrileños durante años: tertulias, cañas bien tiradas y mucha leyenda. Su fachada roja recuerda el pasado artesano del local, en Malasaña, por donde ahora pasan ‘hipsters’ del barrio y gente de la literatura de los 80 y 90. Aquí tuvieron lugar durante años las tertulias del pensador y ensayista Agustín García Calvo, que reunía a Francisco Umbral, Carmen Martín Gaite o Rafael Sánchez Ferlosio. Pero antes también fue casa de Tomás de Antequera, un cantante de copla que rivalizaba con Concha Piquer y que consiguió fama con ‘El romance de la reina Mercedes’.