Este local ha sido conocido popularmente durante años como ‘Pepe, el guarro’, y no porque los dueños falten a la higiene, sino porque los clientes tienen la costumbre de tirar al suelo los huesos de las alitas de pollo que se sirven a diario. Casa Pepe (Calle de Celanova, 19) es un punto casi turístico en el Barrio del Pilar, donde los camareros tocan la campana cada vez que hay una propina y se expone una colección de peluches detrás de la barra. Aquí se come sabroso: patatas bravas, oreja a la plancha y, por supuesto, alitas de pollo.